| Por Yvonne Laborda |
Lo que a continuación vas a leer puede hacerte sentir muy incómodo/a. Advierto que puede herir tu sensibilidad…
Obligar a un niño a comer sin hambre:
- Es un acto de violencia
- Es abuso emocional
- Es el uso del poder
Obligar a un niño a comer algo que no le gusta:
- Es un acto de violencia
- Es abuso emocional
- Es el uso del poder
Obligar a un niño a acabarse el plato:
- Es un acto de violencia
- Es abuso emocional
- Es el uso del poder
Utilizar el chantaje, los premios y los castigos para que un niño coma:
- Es un acto de violencia
- Es abuso emocional
- Es el uso del poder
RITMOS BIOLÓGICOS
Tenemos 4 ritmos biológicos básicos:
– El sueño
– El hambre y la saciedad
– El control de esfínteres
– La motricidad
Pretender controlar estos ritmos biológicos puede ser muy perjudicial para el buen desarrollo (físico, emocional e intelectual) de los niños. Los niños nacen totalmente conectados con sus ritmos biológicos (estos 4 y todos los demás… ). Pretender controlar en exceso cada uno de estos ritmos tan básicos puede provocar una gran desconexión interna y desde allí perdernos y dejar de confiar en aquello que nuestro cuerpo nos dice, necesita y sabe… Perdemos nuestro registro interno…
Esa desconexión provoca mucho malestar y mucha confusión en el niño pudiendo llegar a causar problemas de conducta y de aprendizaje entre otros…
Si tienes la necesidad de controlar la ingesta de comida de tu hijo y te cuesta respetar su ritmo te invito a reflexionar sobre lo siguiente:
Siendo TU niña-niño:
– ¿Podías dejarte comida en el plato?
– ¿Podías levantarte de la mesa antes de los demás?
– ¿Podías comer con las manos y jugar con la comida?
– ¿Podías moverte y hablar con la boca llena?
– ¿Respetaban tus gustos?
– ¿Te obligaban a comer algo que no te gustaba?
– ¿Te castigaban o te amenazaban o te premiaban (o te pegaban) para que comieras más?
– ¿Recuerdas cómo te hacía sentir todo esto?
TE INVITO A OFRECER COMIDA SANA Y VARIADA A TUS HIJOS Y PERMITIR (en la medida de lo posible) QUE COMAN LA CANTIDAD QUE SU CUERPO NECESITE y no más.
A ser posible sería estupendo que tus hijos pudieran elegir cuándo, cómo, dónde y qué cantidad comer… Sé que te estarás diciendo:
– Si le dejo no comerá nada…
– Mi hijo, imposible, es muy mal comedor…
– Si hago esto será un caos…
Creencias limitantes tendremos muchas pero la verdad es que nuestros hijos NO tienen esa libertad, ni reciben ese respeto para poder escucharse…
¿Cómo podrán escucharse y respetarse de adolescentes-jovenes y adultos en otros ámbitos de su vida si ni tan siquiera podía escucharse en estos ritmos tan básicos?
Si necesitas seguir controlando la ingesta de comida de tus hijos te invito (al menos) a no obligarles a comer nada que NO les guste y que tengas en cuenta esos ingredientes para no volver a ofrecérselos…
Verdad que si yo viniera a tu casa mañana a comer no me obligarías a comer algo que sabes que no me gusta (sabiendo que soy vegana no me ofrecerías carne y mucho menos me obligarías a comerla, ¿verdad?), tampoco me castigarías ni me premiarías para que me la comiera, tampoco me harías terminar todo el plato, seguramente me permitirías levantarme y volver a la mesa, incluso no me dirías nada si cojo un trozo de lechuga o tomate con las manos…
Entonces, ¿por qué sí lo haces con tu hijo? Tu hijo merece (de ti) el mismo, o incluso más, respeto que yo…
ES VITAL DAR VOZ A LOS NIÑOS Y A SUS CUERPOS…
Yvonne Laborda
Yvonne Laborda es madre, esposa, terapeuta humanista-holistica y autora del libro “Dar Voz al Niño”. Imparte conferencias, charlas, talleres y cursos sobre Crianza Consciente, Unschooling (aprendizaje autónomo), Educación Emocional y Crecimiento Personal por toda España